Ni siquiera ha pasado un año desde que la superestrella Miley Cyrus compró este retiro de seis habitaciones, siete baños y 6800 pies cuadrados en el sur de California y, sin embargo, ya está completamente decorado. Más que eso, ha sido completamente Mileyficado. Y eso es gracias al excelente equipo de diseño de interiores del músico: Tish Cyrus (también, la madre y manager de Miley durante 16 años) y el socio de diseño de Tish, Mat Sanders.
“Lo más importante es que cuando entras en la casa de alguien”, dice Tish, “quiero que sepas quién vive allí, cuál es su personalidad, qué aman y cómo son. Conozco a Miley muy bien y somos muy cercanos, así que realmente pude hacer eso”. ¿El resultado? Al igual que la propia Miley, la casa es hermosa y bulliciosa, a la vez que constante y disciplinada en su exuberancia.
Tish admite: “Mi timonera es muy boho chic. En mi propia casa, me gusta todo lo neutral. Pero con Miley, tiene que sentirse rock and roll. Hay mucho color. tecnicolor. Una estantería de Ettore Sottsass, una silla con forma de boca que literalmente mueve la lengua y un tratamiento de techo psicodélico del artista Brian Robles son solo algunos ejemplos de esa genialidad caleidoscópica. Aléjate un poco y queda claro que después de pintar el exterior de la casa de tablillas de madera de la década de 1950 con un escenario negro, «la casa tenía vibraciones muy de la costa este», dice Tish, realmente pudieron divertirse un poco. “Miley, Mat y yo somos un pequeño gran equipo porque siempre estamos, Más es más es más”, explica Tish. “Y yo estoy como, Bueno, no. . . siempre. Retrocedamos una cosa”.
No obstante, Tish disfrutó abrazando el alegre maximalismo de Miley. “Mi mamá cree que nada es permanente, que no hay nada que no se pueda deshacer”, dice Miley. “Las personas toman decisiones audaces en sus vidas, ya veces esas apuestas funcionan y te traen buena fortuna, ya veces no. Pero es un riesgo que ella está dispuesta, y yo estoy dispuesto, a asumir en nuestro estilo de vida, y eso se refleja en el diseño”.
En efecto. Sin duda, en lo que se refiere a esta casa, esos riesgos valieron la pena. A lo largo de todo, sin embargo, persisten notas serenas. La piscina es un verdadero oasis de meditación, mientras que el gimnasio y los espacios de bienestar se inspiraron en un viaje al sublime resort Amangiri en Utah. “Miley podría haber contratado a cualquier diseñador que quisiera”, agrega Tish. “Pero que ella dijera: ‘Mamá, me encanta lo que haces y realmente quiero que hagas esta casa’ fue maravilloso. No solo como su mamá, sino más [than] eso, nunca fui a la escuela de diseño, y también soy del este de Kentucky, así que creo que es realmente algo. Me hizo sentir tan bien”.